martes, 13 de octubre de 2009

Estrella por un día

http://www.abc.com.py/abc/nota/34858-Estrella-por-un-d%C3%ADa/

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Si la intención de Gustavo Mussi, el diputado oviedista quien con su brillante intervención mocionó la “expulsión” de Elvio Benítez del Congreso, era anular su protagonismo, le salió mal.

Y si algo libró a Alberto Alderete, presidente del INDERT, de ser figura principal de los medios de comunicación por su paupérrima defensa ante el pleno de diputados durante su interpelación, fue la salida a empujones de Elvio Benítez de la sede del parlamento.

Sin discutir sobre el motivo que llevó a Elvio Benítez a observar la sesión de interpelación a Alderete. Sin debatir si las reiteradas manifestaciones del dirigente campesino en contra de esos mismos parlamentarios que lo echaron de la sede del parlamento, sede que debería estar abierta a cualquier ciudadano común para participar y observar las sesiones, merecen o no el calificativo de “atentado contra el congreso”, lo cual es ya competencia de la justicia y no de los señores congresistas. Sin entrar a analizar los últimos discursos de Elvio Benítez que hablaban de “disolver el parlamento” y “barrer con el congreso”, entre otras frases célebres del polémico dirigente.

Sin analizar el currículum de Elvio, la decisión de los diputados de expulsarlo del congreso fue, a todas luces, una muestra de la absoluta arbitrariedad y actitud totalitaria con la cual todavía algunos legisladores quieren manejar el parlamento y el país. Piensan todavía estos que a votazo limpio pueden validar acciones carentes absolutamente de cualquier tino democrático o constitucional.

La decisión de la cámara baja fue errada. Y para el pesar de muchos, Elvio tuvo razón. Tenía y tiene todo el derecho de presenciar esa y cualquier otra sesión del congreso. Al igual que lo tiene Pedro, Lucía, Juan Pérez, usted y yo.

Y la idea descabellada de Gustavo Mussi desembocó en el protagonismo inmediato de Elvio Benítez. Elvio fue la estrella del día. Elvio en la tapa de los diarios. Elvio dando entrevistas en las radios. Elvio haciendo declaraciones ante las cámaras de cuanto canal de televisión se le cruzaba en frente. Elvio por aquí y por allá… ¿Y Alderete?, ¿alguien se acordó de Alderete?, ¿alguien advirtió que dentro de ese salón, del cual fue expulsado Elvio Benítez, comparecía ante el pleno de diputados el presidente del INDERT?, ¿alguien se hizo eco de que el presidente del INDERT esbozaba tímidos intentos por defender lo indefendible cayendo en “contradicciones y mentiras”, según sus propios inquisidores?.

Casi nos olvidamos de Alerete. Gracias a la “moción Mussi”, Alderete y su indefendible administración pasaron a segundo plano. Casi pasamos por alto el gravísimo hecho de que el Gobierno del cambio ha confiado la administración de una institución fundamental para la implementación de la reforma agraria y la solución del problema de la tierra en el país, a una persona que ha demostrado, según los parlamentarios, absoluta incapacidad de gestión. Lo cual es lo verdaderamente grave. Aunque Elvio se haya robado el espectáculo.

A Alderete no lo libró de un mayor escrache público su brillante defensa ante los diputados que lo tenían bajo la lupa, sino Gustavo Mussi, el artífice del estrellato mediático de Elvio Benítez en aquel día.

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