jueves, 24 de junio de 2010

Comentario sobre Paraguay publicado en Colombia

Acabo de leerlo y todavía me emociona.. me enorgullece... como otros desde afuera pueden valorar a esta gara guaraní... por eso lo copié aquí.. haciendo click abajo irán al sitio en donde fue publicado... no sé quién lo escribió.. pero ¡gracias! ¡Vamos Paraguay!

Paraguay borró a Eslovaquia

Por Marsares
domingo 20 de junio de 2010 22:50 COT


Paraguay no la ha tenido fácil. Este pequeño país ha crecido a la sombra de   vecinos poderosos en todo, incluso en el fútbol. Nada menos que Brasil,   Argentina y Uruguay que siempre le han puesto condiciones para vivir. ¿Qué   puede hacer un enano en tierra de gigantes? Aprender a sobrevivir. No le   queda de otra. Y para sobrevivir le toca esforzarse el doble en todo,   incluso en el fútbol pues, para colmo de males, sus tres vecinos que han   descollado en muchas cosas, también lo han hecho en el fútbol hasta el punto   de haber sido los tres, campeones mundiales.

Sin genios que le faciliten la vida (imagínense crecer al pie de las tierras   que dan Maradonas y Pelés), en el fútbol le ha tocado descollar a punta de   corazón, de disciplina, de empeño, en Colombia diríamos de verraquera. Por   eso los paraguayos cuando saltan a una cancha, se ponen el overol y suplen   sus carencias con entusiasmo. El partido contra Eslovaquia es un buen   ejemplo. Disputaron cada centímetro de terreno, como si en ello se les fuera   la vida, pero es que lo llevan en los genes.

Hace mucho le tocó hacerlo contra sus tres vecinos, unidos y apoyados por el   Imperio Británico, lo que se conoce como la guerra de la Triple Alianza.   Pese a la diferencia, el contubernio de los tres no la tuvo fácil. Ganaron,   sí, pero Paraguay se defendió con garras y colmillos hasta el último   momento. Aterrador. En esa guerra perdió el ochenta por ciento de su   población adulta masculina. Más cerca, en la guerra del Chaco contra Bolivia   también sus pérdidas fueron inmensas.

Ahí se cocinó la “garra” paraguaya. Nadie les ha regalado nunca nada y saben   que para conseguir algo deben esforzarse el doble. Son los guerreros del   fútbol y a eso le apuestan en cada encuentro. Por eso, desde el primer   minuto, estos obreros del fútbol se le fueron encima a los eslovacos. Los   apiñaron en su campo, disputándole el balón hombre a hombre, para luego   desprenderse con el balón amarrado camino a la red.

El partido en ocasiones se tornaba monótono porque no es agradable ver jugar a un solo equipo. Los monólogos ahuyentan el espectáculo, pero no hay tampoco que culpar a Eslovaquia. Su fútbol es simple. Velocidad, desborde por los costados, centros fatídicos y alguien que patee o cabecee. Altos, fuertes y rápidos y ahí concluye todo. Una gambeta, un quiebre de cintura, una finta, son tan exóticos en esos parajes donde el mate o la dulzura del idioma guaraní encanta los oídos.

¿Habrá visto Anelka este partido? ¿Le habrán enseñado estos paraguayos lo   que es sentir la responsabilidad de defender su tierra, su gente, su   cultura, su manera de ver la vida, la lucha constante de cada día por llegar   al siguiente? Es increíble. Tanto fue el asedio a los eslovacos que la única   llegada con peligro que tuvieron fue al minuto 92, exigiendo al portero   guaraní. Lo demás, unos pocos tímidos intentos que más que cualquier cosa,   era para recordar que también ellos andaban por ahí, así fuera escondidos   entre los paraguayos.

La fiesta la comienzan Roque Santacruz y Riveros y por la izquierda Nelson   Valdez. También Barrios hace de las suyas. Todos a una como en   Fuenteovejuna, ponen su cuota, y es por el lado de Barrios que llega la   primera anotación. Un pase magnífico a Enrique Vera y éste, sin mayor   problema con la pierna derecha mete el balón para que al otro lado del   océano, se la gocen a punta de arpa y guitarra.

Pudieron ser más en este primer tiempo, pero erraron por apresurados, por   enredados o por ansiosos, bueno y también porque los eslovacos no son mancos   y ante la impotencia la guerra de los taches y las zancadillas comienza a   hacer su agosto. A Durica lo amonestan por pegarle por detrás a Riveros. Y   lo   propio sufre el propio Vera que devuelve los favores. Un segundo gol se   le niega a Roque Santacruz cuando el balón iba camino de la red. El arquero,   vencido, desde el piso estiró la pierna y apenas con la punta lo desvió   hacia la línea de meta.

El segundo tiempo no cambia el libreto aunque se nota algo más sueltos a los   eslovacos. Por lo menos se les ve aparecer e incluso en algunos pasajes del   partido Paraguay le cede el balón, pero no es por mucho tiempo. Avanzado el   segundo tiempo entra Óscar Cardozo. Buena noticia porque se nota que su   lesión ha evolucionado bien y en los próximos partidos se le tendrá en   cuenta.

A estas alturas, Eslovaquia está tan encerrado en su campo que la primera   línea de defensa son los propios delanteros paraguayos que bloquean las   salidas, hasta que llega el segundo gol, después de un entrevero en la   portería eslovaca. Varios quieren pegarle, rechazar, la pelota parece sin   dueño, hasta que Cristian Riveros con un zapatazo potente la introduce por   el lado izquierdo del portero. Ahí termina todo, salvo el remate peligroso   de Weis en el tiempo de reposición.

Paraguay hizo bien la tarea. No sólo camina con pie derecho sino que, como   van las cosas, puede terminar de primero en su grupo. Otro latinoamericano   más que demuestra que se puede ganar jugando a eso, a ganar, con fútbol   ofensivo y alegre. Mientras en Latinoamérica se ríe, en Europa se está   volviendo costumbre el llanto y el crujir de dientes.

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